Frei llama a revivir la política de los acuerdos y afirma que urge modificar el sistema político para que el país funcione
El ex Presidente señaló que en 10 años no crecimos nada “no se puede hacer nada si no crecemos, ni políticas sociales o reducir pobreza y desigualdad si no hay recursos”.
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El exPresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle enfatizó que sin un sistema político que funcione "no hay ninguna posibilidad de que el país funcione”.
Fue en el seminario de Clapes UC "Gobernabilidad y Democracia, a 15 años del fallecimiento de Edgardo Boeninger", donde el exmandatario resaltó la figura del exministro de la Segpres, de quien dijo “fue el motor ideológico de la transición, con una inagotable capacidad para dialogar, decía la democracia de los acuerdos es mucho mejor que el conflicto en democracia”.
Planteó que hoy “vivimos todo el día discutiendo, en blanco o negro, con insultos y descalificaciones en el Congreso” y sostuvo que es el momento de “corregir las deficiencias del sistema político, todos hablan, pero ¿dónde están los proyectos? ¿Cuándo los vamos a hacer? Sin un sistema político que funcione, no hay ninguna posibilidad de que el país funcione”.
Quien gobernó al país entre 1994 y 2000 manifestó que la reforma política del año 2005 “nos sirvió 15 años, no como la que tenemos hoy, que es un fracaso rotundo con 22 partidos. Nadie entiende nada, todos insultándose”.
Frei también llamó a recuperar la senda del crecimiento. Dijo que “nos estamos quedando cortos, en diez años no crecimos nada, por eso la preocupación. No se puede hacer nada si no crecemos, ni políticas sociales o reducir pobreza y desigualdad si no hay recursos”.
Recordó que durante su administración “nos criticaban muchos sectores que estábamos negociando todo, por la política de los acuerdos. Pero el crecimiento de Chile en la década de los 90 hubo años en que fue 10%, en mi gobierno promedió más de 6% y no era necesario una reforma tributaria. Hasta pagábamos la deuda externa”.
El exmandatario resaltó diversos logros de su gobierno, como los tratados de libre comercio (TLC), el ingreso a la APEC, que -dijo- le costó bromas por andar siempre con maletas, pero enfatizó que hoy “el sueldo de Chile son las exportaciones” y la importancia del TPP-11 “que este gobierno no quería firmar”.
Su discurso sacó aplausos en el auditorio de la casa central de la UC, donde dijo “claro, ahora todos reconocen que fue un buen gobierno (más aplausos). Gracias, un poco atrasadas. Recuerdan cuando viajábamos al Asia, me hacían chistes, de las maletas, las camisas que usábamos, decían que nos volvimos locos, pero ahí están los resultados”.
El exjefe de Estado también dijo que nos estamos quedando atrás en modernización portuaria y puso de ejemplo a Perú: “Van a inaugurar el mega puerto de Chancay y va a partir otro en Arequipa. Vamos a quedar afuera y solo prestar servicios”.
Y en generación de energía eléctrica, Frei destacó que en 2024 el país alcanzó una participación de 40% de las energías renovables no convencionales (ERNC) y que se podría seguir avanzando, pero “los proyectos no se aceptan. Hace poco una empresa americana quería aerogeneradores en Chiloé, le dijeron que no. Otra planta en Antofagasta paralizada, paralizamos todo. Generamos energía pero no la podemos mandar a Santiago porque no hicimos la línea de transmisión. Estamos votando energía en el norte y están quebrando empresas porque no pueden venderla”.
Terminó sus palabras con que Chile puede caminar a un futuro mejor para todos con “una democracia sin confrontación y que busque acuerdos”.
Foxley: "falta segunda transición"
En tanto, el exministro de Hacienda de Patricio Aylwin, Alejandro Foxley, sostuvo que en el primer gobierno tras el retorno de la democracia la economía creció un 7,8% al año, mientras que con Frei 6% al año. "La sorpresa que uno ha tenido es ¿qué paso en los últimos 14 años? ¿Por qué lo que funcionaba bien para qué cambiarlo? Y empezó esta reacción a empezar de cero y la verdad es que si vemos lo que ocurre a diario en el país, creo que lo que falta es una segunda transición”.
Enfatizó que “estamos más que a tiempo para empezar a conversar, dialogar, sentarnos en una mesa, tomar una posición un poco más modesta y empezar a construir de a poco entre todos, hasta que se vea posible un futuro mejor, al menos tan bueno como el que vivimos en los años 90”.